La Batalla de los Arapiles : 41

15/02/2009 3.829 Palabras

La Batalla de los Arapiles : 41 de Benito Pérez Galdós Acomodáronme en una estancia clara y bonita y en un buen lecho, que atropelladamente dispusieron para mí. Me dieron de comer, lo cual agradecí con toda mi alma, y empecé a encontrarme muy bien. Lo que más contribuía a precipitar mi restablecimiento era la alegría inexplicable que llenaba mi alma. Síntoma externo de este gozo era una jovialidad expansiva que me impulsaba a reír por cualquier frívolo motivo. La noche de mi entrada en la casa, mientras la condesa escribía cartas a todo ser viviente en la sala inmediata, Inés me daba de cenar. Nos hallábamos solos, y le conté toda, absolutamente toda la casi increíble novela de miss Fly, sin omitir nada que me perjudicase o me engrandeciese a los ojos de mi interlocutora. Oyome esta con atención profunda, mas no sin tristeza, y cuando concluí, diríase que mi constante amiga había...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información