Derecho El incendio tiene relevancia jurídico-penal en dos aspectos: como delito autónomo, y como medio comisivo eficaz para la perpetración de innumerables figuras delictivas. Bajo el primero de los aspectos enunciados, el incendio tiene una tradición milenaria: el ancestral temor al fuego generó en las comunidades primitivas gravísimas penas para los incendiarios, y aparece ya en el Derecho grecorromano y en el medieval como un delito cualificado por su peligrosidad, sancionado en sentido taliónico con la pena de hoguera.